martes, 24 de febrero de 2009

reminiscencias

Han pasado casi 5 años desde que mi gran amor me rompió el corazón en mil pedazos y me dejó. Se dice que se tarda el doble en olvidar o mejor dicho en superar la ruptura. Ese tiempo ya lo he doblado. Y hay días en que mi corazón se siente igual que a los 5 minutos que ella pronunció esas fatídicas palabras. Parece que el dicho no se aplica a mi persona.
Soy una persona optimista en realidad, con paciencia he barrido los pedazos de mi corazón y los he vuelto a pegar cuidadosamente. Incluso me he vuelto a enamorar. Tambien soy una persona que le gusta estar en pareja. Pero hablemos claro. Ese amor, ese con el cual una sueña desde que empieza a comprender lo que es amor, yo creo que ese sólo viene una vez en la vida.
Tenemos muchos tipos diferentes de amor en la vida. Hay el amor de la mejor amiga, o quizás 2 mejores amigas. Siempre está ahí y forma parte de una, una descansa en él y se siente protegida. Sin persianas, para que vea y comprenda los lados más oscuros de tí. Esos que tan bien escondes de tu pareja, lo que me parece bien, porque ser la mejor amiga de tu pareja es sencillamente fatal. O si no, a quien le cuento los celos terribles que tengo y me los comprende? Con quien puedo hablar mal de mi pareja si es con mi mejor amiga? Tambien está el amor loco, ese amor que te hizo hacer cosas que nunca ibas a pensar hacer, como tirar valores morales por el suelo, o prácticas sexuales prohibidas a tí misma, o locuras insensatas en tu rutina diaria, ese amor en que cada día te preguntas, que coño estoy haciendo?! Quizás tambien tengamos el amor adecuado, esa chica que es parecida a tí, donde el día a día no produce ningún tipo de roce, donde los temas de la vida que te interesan tambien son los de ella, donde siempre tienes la sensación de estar hablando políticamente correcta, donde la sensación fluctua entre tranquilidad y aburrimiento. Ah, y no olvidemos el primer amor, ese donde todo es nuevo, aventuras interminables, descubrimientos de América, paquetes all inclusive de inseguridades y dramatismo de telenovela.
Pero bueno, el amor grande, ese es el que nos interesa a todas. El amor que lo abarca todo. El amor que te hace sentir que llegaste a casa. Donde cualquier sueño te parece posible, sólo porque ella está a tu lado y tú te sientes capaz de todo. Pues bien, yo lo tuve, ella apareció en mi vida y después desapareció. De las miles de veces que me pregunto porque se termino, el 80 por ciento de las veces me consuelo con que ella volverá a mí. Algún día.
Como soy optimista igual disfruto mi vida, igual sigo adelante en mis sueños y trato de hacerlos realidad y convertirme en la mujer feliz que me gusta ser.
Pero hay días como hoy en que veo una película tonta romántica y no puedo dejar de pensar en ella. Mientras los protagonistas se besan cierro los ojos y ahí está, delante mío, mirándome, a 2 segundos de tocar mis labios. Y parece tan real. No hay nada en estos 5 años que pueda sofocar esas imágenes, esas sensaciones que tengo. Y si soy sincera conmigo misma, durante esos largos instantes de reminiscencias, me siento totalmente perdida, sin verle sentido a nada alrededor mío. Ella me falta tanto...
Lo bueno de las reminiscencias es que, después de esos largos instantes, tienden a desenfocarse, a palidecer y a desaparecer a ese lugar del alma donde tienes guardado tus mayores tesoros, y vuelvo a mi vida de nuevo.

1 comentario:

lampara roja dijo...

el tiempo no borra lo que llevamos en el corazón no importan los años que pasen, asta no importa que aquella persona te rompa el corazón una y mil veces.
es imposible sacar de la cabeza lo que se guarda en el corazón.